viernes, 23 de junio de 2017

Las 5 reglas de oro para combatir el calor en personas mayores


Ya estamos en verano, y las temperaturas suben. Muchos de nosotros notamos la influencia del aumento térmico en nuestros quehaceres diarios, en la conciliación del sueño e incluso en nuestro estado de ánimo.

Las personas mayores, tienen un mayor riesgo de sufrir los efectos del calor. Su cerebro, de algún modo, tarda más en adaptarse a los cambios, ya que el centro termorregulador situado en el hipotálamo, que regula la temperatura interior, está ralentizado en este grupo de población.

Para prevenir los posibles efectos negativos del aumento de temperaturas, hay que tener en cuenta cinco pasos que recomendamos desde la Clínica de Geriatría Dra. Latorre:

1.   La hidratación es lo principal

Permanecer hidratado ayuda al cuerpo a mantener una temperatura óptima, que debe ser de unos veinticuatro grados centígrados aproximadamente. Por ello, es recomendable que las personas mayores beban pequeños sorbos de agua fría u otros líquidos, (como gazpachos, infusiones frías, horchata, cebada), polos de hielo y gelatinas frescas durante todo el día

2.   A la sombra, mejor

Aunque el sol es fundamental para la síntesis de vitamina D, imprescindible para el buen funcionamiento del organismo, en la calle se deben buscar sitios de sombra para descansar. Puede ser desde un banco urbano hasta debajo de una sombrilla en  la terraza de un bar disfrutando del ambiente.

3.   Las horas prohibidas

Entre las doce de la mañana y las seis de la tarde,  el sol está más alto y sus rayos inciden de forma perpendicular a la Tierra, y, por tanto, en los meses de primavera y verano el calor es mayor en esta franja horaria. Es recomendable que las personas mayores intenten evitar salir  a la calle a estas horas; y, si fuera imprescindible no deben hacer grandes esfuerzos, como llevar la compra a casa o recorrer largas distancias.

4.   Las comidas, ligeras

Durante el verano la dieta debe ser rica en frutas frescas y verduras de temporada. Las comidas y cenas serán más ligeras pero no por ello menos saludables. Los cambios alimentarios durante esta época del año favorecerá la disminución del riesgo de estreñimiento y mejorará las condiciones del sueño ya de por sí alterado en muchas personas mayores. 

5.   ¡Vístase con ropa de color!


Los mayores no deben vestir siempre con ropa oscura y menos durante los meses de calor ya que los colores oscuros absorben el calor aumentando la temperatura corporal. Vestimentas ligeras, de colores claros y de tejidos naturales deben estar presentes en el armario.

viernes, 2 de junio de 2017

El deporte es salud….a cualquier edad

Bien es sabido que el deporte es salud. Algunos son más reticentes a practicarlo, otros menos. Si el ejercicio pasa a formar parte de la rutina diaria y se considera como una afición saludable y divertida, puede mejorar las condiciones físicas de manera inimaginable, sobre todo  en personas mayores.

La edad no es un problema para realizar determinados ejercicios que, de manera controlada y durante series cortas, pueden prevenir las cardiopatías, retrasar la aparición de enfermedades como la diabetes o reducir el dolor de la artrosis. Y lo más importante: es fundamental para mantener la independencia de las personas mayores.





Desde Clínica de Geriatría Dra. Latorre les indicamos algunos ejercicios que pueden realizar los mayores de 65 años fácilmente en casa, y que son muy positivos para su salud física y mental.

La Organización Mundial de la Salud recomienda, para los mayores de 60 años, unos 150 minutos semanales de ejercicio moderado, o 75 minutos a la semana si es una actividad aeróbica. Todo ello, teniendo en cuenta el estado físico de cada persona. Así, un buen comienzo es realizar ejercicios durante 10 minutos al día, 3 días a la semana.

La primera y más fácil de las rutinas es caminar. Una actividad al alcance de todos que puede beneficiar en especial al colectivo al que se dirige la Geriatría. Un paseo de unos minutos hasta el supermercado o hasta la floristería, puede constituir un ejercicio muy completo. Si es posible, se debe realizar a un ritmo medio, pero eso depende de las capacidades físicas de cada individuo.

Los brazos son también una parte importante y por ello es recomendable que realicen estiramientos a ambos lados y así como flexionarlos, hacia arriba y hacia abajo en 5 periodos.

Los estiramientos son la clave de la movilidad. Así, con ejercicios sencillos de extremidades se puede adquirir flexibilidad y resistencia. Un ejemplo puede ser estirar las pantorrillas apoyando el pie en la pared e inclinando el cuerpo hacia delante, presionando durante unos 20 segundos en 5 series.


Aquí les dejamos un vídeo con más ejemplos de ejercicios que pueden realizar en casa, para que los mayores se mantengan sanos y activos:



lunes, 1 de mayo de 2017

Mamá está rara...¿qué le pasa?



Mirada perdida, comentarios negativos, desgana, apatía, desinterés, falta de ilusión, fatiga, inapetencia o problemas para dormir, aparecen con  más frecuencia entre los mayores pero no en todos ya que la edad nada tiene que ver con ello y por lo tanto no son  situaciones a las que haya  que resignarse.
Puede tratarse de una depresión. Y como en cualquier otro paciente más joven, hay que diagnosticarla y tratarla.

Son tantas las causas de la depresión en los más mayores, que a veces incluso a los especialistas nos resulta complicado detectarla a tiempo.

Puede estar asociada a patologías como enfermedades osteoarticulares, enfermedades metabólicas como los trastornos del tiroides, enfermedad de Parkinson y otros trastornos neurodegenerativos.

Además, no es infrecuente que los cambios en la vida o en las rutinas de los mayores incrementen el riesgo de padecer tristeza, depresión, o empeoren la ya existente. Tal es el caso de cambios de domicilio, ingresos en residencias u hospitales, presencia de dolores crónicos, muerte de personas cercanas o la propia constatación de la pérdida de autonomía e independencia.


Afortunadamente se ha avanzado mucho en el diagnóstico y en el tratamiento de los trastornos depresivos. La detección precoz evitando atribuir en muchas ocasiones determinados síntomas a “llamadas de atención”, el apoyo del entorno familiar, las relaciones sociales y en los casos necesarios de las eficaces medidas faramacológicas van a permitir al especialista en Geriatría ayudar de forma eficaz a sus pacientes reduciendo la aparición de los síntomas, disminuyendo su intensidad y mejorando, en definitiva la calidad de vida de estos personas.



lunes, 10 de abril de 2017

¿Por qué es importante la Geriatría?



La sociedad envejece. La pirámide demográfica se invierte  y el porcentaje de gente mayor cobra más relevancia dentro de la población. Y aunque este hecho no encierre sólo aspectos negativos, hay que prevenir, paliar o curar  las consecuencias más indeseables de la madurez.

Los mayores requieren de una atención médica específica, ya que sus necesidades son diferentes a las de otro tipo de pacientes. La manera de percibir las enfermedades, los cambios físicos asociados al envejecimiento, los riesgos específicos de la edad avanzada y hasta la forma de percibir el mundo que les rodea, hacen que los mayores de 65 años necesiten médicos que los traten de manera personalizada. Una atención que, por lo general, no pueden cubrir la mayor parte  de profesionales, tantos generalistas como especialistas, a los que acuden. 

La Geriatría es una especialidad médica que se ocupa del envejecimiento en el más amplio sentido de la palabra; la biología, psicología, sociología de la persona de edad, así como el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades que afectan a los mayores, sin olvidar la repercusión que todo ello pueda tener en el paciente y como no en su entorno familiar.

Pese a ser una atención sanitaria de calidad, la atención primaria y especializada así como las urgencias, carecen de  una 'visión geriátrica'; es decir, una visión de conjunto que resulta  imprescindible cuando se padecen más de una patología y se consumen varios fármacos, circunstancia muy habitual en los pacientes mayores. 

Una visión integral del paciente de edad y un tratamiento adecuado, tanto físico como psicológico, puede hacer que mayor se sienta más a gusto, más completo y menos dependiente. 




La Geriatría ayuda a prevenir las consecuencias de la madurez