La sociedad envejece. La pirámide demográfica se invierte
y el porcentaje de gente mayor cobra más relevancia dentro de la
población. Y aunque este hecho no encierre sólo aspectos negativos,
hay que prevenir, paliar o curar las consecuencias más
indeseables de la madurez.
Los mayores requieren de una atención médica específica, ya que
sus necesidades son diferentes a las de otro tipo de pacientes. La
manera de percibir las enfermedades, los cambios físicos asociados
al envejecimiento, los riesgos específicos de la edad avanzada
y hasta la forma de percibir el mundo que les rodea, hacen que los
mayores de 65 años necesiten médicos que los traten de manera
personalizada. Una atención que, por lo general, no pueden cubrir la
mayor parte de profesionales, tantos generalistas como
especialistas, a los que acuden.
La Geriatría es una especialidad médica que se ocupa del
envejecimiento en el más amplio sentido de la palabra; la biología,
psicología, sociología de la persona de edad, así como el
diagnóstico y tratamiento de las enfermedades que afectan a los
mayores, sin olvidar la repercusión que todo ello pueda tener en el
paciente y como no en su entorno familiar.
Pese a ser una atención sanitaria de calidad, la atención
primaria y especializada así como las urgencias, carecen de
una 'visión geriátrica'; es decir, una visión de conjunto que
resulta imprescindible cuando se padecen más de una patología
y se consumen varios fármacos, circunstancia muy habitual en los
pacientes mayores.
Una visión integral del paciente de edad y un tratamiento
adecuado, tanto físico como psicológico, puede hacer que mayor se
sienta más a gusto, más completo y menos dependiente.